viernes, 17 de enero de 2014

Meditación de la Llave Mariana


El trabajo a partir de la meditación con esta técnica de la llave mariana esta orientado a activar la geometría sagrada dentro de la cual el ser humano esta circunscrito y poder así interactuar con las fuerzas de nuestro entorno físico.
Detrás
de la realidad física se encuentra un universo construido por formas geométricas y dinámicas, movimientos de cambio y reestructuración permanente.
Las
formas geométricas crean los principios matemáticos.
El
análisis de las formas primordiales como son el circulo, el triangulo, el cuadrado, etc. (sólidos platónicos) permite comprender las diferentes cosmologías del desarrollo humano en la historia en relación a los cambios de conciencia.
Comprendiendo
las formas geométricas, las estructuras y las formas o campos de energía que constituyen el universo, ayudamos a nuestra mente a ordenar y clarificar los contenidos mentales y las cosmologías imperantes. las formas geométricas estructuran el universo en campos, los seres humanos, las plantas, los minerales, los animales, todo esta concebido o diseñado en base a patrones de forma y campos de energía.
La
estructura holográfica de la mente puede adoptar distintos modos de estructuración y evolución a partir de la acción de campos morfológicos o morfogenéticos. Los campos morfogenéticos son campos que almacenan la memoria experiencial de las especies permitiendo saltos evolutivos múltiples.

El estudio de la geometría sagrada actúa como un despertador y activador de la conciencia. Muchos sabios y científicos y otros místicos y visionarios advirtieron que todo se constituye a partir de arquetipos energéticos (= molde), es decir matrices energéticas superiores que dan forma a los diferentes niveles de creación. Es en este plano en donde trabajamos al meditar con el símbolo mariano.

Primero se trabaja activando una pirámide superior, ubicada en nuestra cabeza, visualizándola mientras colocamos el símbolo y nos permitimos abrirnos a la experiencia de dejar fluir el trabajo que dicho símbolo operará a través del pasaje a lo largo de nuestra columna y por cada chakra en particular. se van despertando las bandas energéticas que se corresponden con el color de cada uno de los chakras principales lo cual, a su vez, conforman los siete cuerpos de nuestro huevo áurico, el cual, dependiendo de la absorción correcta que ejerza el cuerpo etérico del prana del universo, o energía vital que también corre por nuestra columna vertebral, permitirá que gocemos de perfecta salud, entendiéndose esta por salud física, mental y espiritual.
El
ser humano no meramente un ente físico disociado de sus otros componentes, es un ente físico, mental y espiritual y como tal depende de la interacción de sus tres cuerpos de manifestación inferior para la correcta interrelación con su entorno.
Somos
parte de un universo mayor, no estamos disociados de lo que nos rodea, y somos responsables por la interrelación que llevamos a cabo con las especies por debajo de la nuestra. El ser humano pertenece al reino animal superior y de nuestra correcta irradiación y magnetismo dependen las especies inferiores, como son la mineral, la vegetal y la animal inferior.
Nuestra
salud física, mental y espiritual, en correcta armonía y operando con las leyes del universo que responden a nuestra tercera dimensión, logra el avance de otras especies. Somos responsables energéticos para con todo nuestro entorno y la tierra, como ser vivo y activo, necesita de dicho intercambio energético con la especie humana para su crecimiento y evolución física, mental y espiritual y nuestro crecimiento personal, en todas estas mismas áreas del ser hace que la tierra logre su objetivo : evolucionar hacia dimensiones superiores de manifestación mas sutilcomo es arriba es abajo.
La
activación de ambas pirámides, superior (cabeza) e inferior (caderas y piernas) permite que interactúen dos energías: la del cielo o divina y la de la tierra (telúrica) y ambas energías se mezclan en el chakra del corazón, fusionándose y reciclándose para ser nuevamente enviadas o emitidas para la distribución dentro de nuestros cuerpos físico y etérico y para irradiar hacia ese entorno energético del cual somos responsables y así interactuamos no solo con el planeta sino con nuestros semejantes y especies por debajo de la nuestra. Ambas pirámides, al entrecruzarse, forman una estrella de David es decir la estrella tetraédrica, una de las manifestaciones de la geometría sagrada que nos rodea y dentro de la cual nos circunscribimos.
El cuerpo etérico

El ser humano posee muchos canales etéricos llamados nadis, estos se ramifican cada uno a su vez en muchísimos conductos, similar al sistema circulatorio. Existen tres nadis principales, ubicados y relacionados con el sistema nervioso central y el simpático, llamados en sánscrito ida, pingala y sushuma estos canales etéricos corren a la par de nuestro sistema nervioso y por ellos circulan fuerzas etéricas y cósmicas naturales, las cuales penetran hacia el cuerpo físico vitalizándolo.
Esta vitalización esta concebida en función al estado de ser o estado de conciencia, en el que se encuentra el hombre, el cual es influido también por la alimentación. El cuerpo etérico o sutil es de una frecuencia vibratoria más elevada que el físico, envolviéndolo, posee 49 centros de fuerza o chakras, de los cuales solo se menciona a 7 importantes el cuerpo etérico, se ve en el hombre como una capa de luz alrededor del cuerpo hasta una distancia de 20 cm. los colores de este manto de luz muestran las enfermedades y las predisposiciones etéricas biológicas del cuerpo físico.
Por
este cuerpo etérico circulan los éteres asimilados por el cuerpo físico, este a su vez funciona como un imán y atrae fuerzas concordantes con su estado vibratorio. la carne, la nicotina y el consumo excesivo de estupefacientes mineralizan este cuerpo, en otras palabras, esta mineralización empuja al hombre a un comportamiento inconsciente, sometido a fuerzas de naturaleza negativa, bloqueándole por tal motivo la absorción de las fuerzas etéricas del reino original.
Para
el funcionamiento del cuerpo vital se requiere éter vital en proporciones adecuadas. El sedentarismo, la alimentación errónea y el estado de ser determinan el tipo de éter vital y químico que se esta absorbiendo.
La importancia del cuerpo etérico: 
Este cuerpo es el inmediato superior después de nuestro cuerpo físico denso y verdaderamente se lo considera como parte de este ultimo en algunas disciplinas orientales.
Es de suma importancia ya que dependiendo de su integridad y correcto funcionamiento el ser humano gozaría de salud eternamente, pero lo fundamental es como procesamos nuestras emociones, pasiones y sentimientos para que la trama de dicho cuerpo etérico, que se compone de finos hilos de luz dorada, no ser rasgue y puedan filtrarse energías ajenas e inarmónicas que luego operaran los tan conocidos problemas físicos a partir de la instalación en el aura de las larvas energéticas que producirán las distintas enfermedades o malestares físicos de variada naturaleza.
El
cuerpo etérico es sumamente importante para la salud física y también para ese intercambio e interacción que efectuamos con nuestro entorno con las otras personas y la naturaleza y sus distintos reinos.
Influencia de la utilización de la técnica de la llave:
Esta técnica opera desde nuestros chakras, los cuales en la iniciación son abiertos al 100 % para permitir la correcta absorción de la energía vital, o éteres planetarios y cósmicos, que producirán una limpieza y vitalización de nuestros cuerpo físico denso y de nuestros cuerpos superiores a medida que avancemos en el trabajo de compromiso con nosotros mismos.
en
la iniciación se abren dos nuevos chakras : el octavo, o del timo, glándula responsable de la inmunología en nuestro funcionamiento orgánico, y el noveno o telúrico, llamado el guardián pues trabaja absorbiendo energía de la tierra, activando esa pirámide inferior, para reciclarla con la energía del cielo que baja por la pirámide superior.
a
partir de la meditación con el símbolo que es un arquetipo (o molde o clisè) nos transformamos trabajando con todo aquello que ya no necesitamos manejar en nuestras vidas y que es la causa primordial de toda conducta nociva para nuestra salud física y mental y la correcta interrelación con nuestro entorno.
Escrito por : Cecilia Aristia

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